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· GEORGES BRASSENS PARA HISPANOHABLANTES ·

A pesar de Paco Ibáñez y varias traducciones e interpretaciones de calidad (Joaquín Carbonell, Eduardo Peralta, Jacques Muñoz...), Georges Brassens no es conocido del mundo hispánico en la misma medida de su fama en el mundo francófono.

Nació en 1921 en Sète, puerto del Mediterráneo, de padre albañil y de madre hija de emigrantes napolitanos.

De su padre, recibió la escala de valor de un hombre sencillo, lleno de bondad e inteligencia, lleno de las ideas laicas del momento; de su madre la educación católica y el amor de la canción popular que el rapaz seguía en las calles de casa en casa, de gramófono en gramófono; del colegio, que deja a la edad de 15 años, solo le quedará el recuerdo de un profesor excepcional, a la manera de Robin Williams en El Club de los Poetas Muertos, dando a su clase amor por las poesías que declamaba con lágrimas en los ojos.

Poco a poco, se da cuenta que la canción necesita poesía y que necesitará mejorarse en el arte poético, en base al tesoro inmenso de cinco siglos de poesía francesa. Hasta la edad de 31 años, de Sète a Paris, con un episodio de « trabajo obligatorio » en Alemania (del cual se escapó gracias a un permiso), el solitario lee y aprende de los más grandes, de François Villon (nacido en 1421, su maestro, mayor de 500 años…) a sus contemporáneos Paul Fort y Aragon, pasando por Lamartine, Victor Hugo y Verlaine.

El 8 de Marzo de 1952, a punto de renunciar, tiene por fin la oportunidad de presentarse ante el público. Viene con un cuaderno con cerca de 30 canciones, materia prima de sus 3 discos iniciales. En un plazo de pocas semanas, pasará de la escasez económica y la marginalidad, a la fama y la riqueza. Hasta su muerte, en 1981, quedará uno de los cantantes mejor pagados de Francia, uno de los que venden discos por millones. La fama de Brassens ante los Franceses se podrá comparar a la de los Beatles ante los Ingleses. Casi todo hogar posee un disco del “buen maestro” (como lo llamó el cantautor Guy Béart). Casi todo Francés es capaz de canturrear una docena de sus canciones. Sus personajes son tan conocidos como los de La Fontaine.

El hombre no es del tipo “haga lo que digo, y no lo que hago”. Fama y riqueza no le hicieron dejar ni amigos ni manera de vivir. Continuará residiendo en su cuarto en la casa de sus amigos Jeanne y Marcel Planche (el « Maño » de la canción) durante 20 años (solo añadirá el agua corriente… que aun faltaba). Sus amigos pueden ser estrellas como Jacques Brel o Lino Ventura, tanto como desconocidos compañeros de la infancia o de los tiempos difíciles.

Al oír una canción de Brassens, lo que se percibe inmediatamente es la perfección del idioma, la sutilidad de una poesía tan elaborada que parece sencilla. En sus años de silencio, Georges Brassens construyó un teatro imaginario intemporal en lo cual hará pasar una filosofía humanista que hoy nos parece cada vez más moderna.

A partir de un anarquismo « natural », defiende una moral dando primacía total al hombre, donde la paz vendrá de la victoria de lo bueno en el interior de cada ser humano, una noción algo « budista » pero fuera de toda religión organizada, y totalmente atea... El mal, lo combate con su arma preferida, el humor. Y el mal tiene cara de clericalismo, de militarismo, del rebaño de los imbéciles que cometen lo peor por miedo de romper la tranquilidad de sus vidas vacías.

En el mundo del espectáculo, es un caso aparte. En lugar de escribir para una nueva serie de conciertos, continua a su ritmo propio su obra creativa y, cuando dispone de una nueva docena de canciones, vuelve al público que, cada vez, le hará un triunfo. Es que, como lo dirá él, sus canciones son escritas para audición repetitiva. Rehace la canción hasta perfección; muchas tendrán más de 50 versiones temporarias. Sus temas son los temas poéticos esenciales de todos lugares y todos tiempos: el amor, el tiempo que pasa, la muerte, la amistad y, sobre todo, la vida… La vida más fuerte que guerras e ideologías, que poder y dinero, que todo conformismo.

A sus poemas (y, a veces, a poemas que amaba particularmente) dio una música de igual perfección (a las fuentes de un conocimiento enciclopédico de la canción francesa y del Jazz), pero que quiso discreta (“como la música de un film, que no se debe oír” decía él), toda al servicio de las palabras, pero dándoles vida (“hice bailar las palabras”). En escena, solo él con su guitarra y el fiel contrabajista Pierre Nicolas. Para las grabaciones, una segunda guitarra (Joël Favreau a partir de 1966). Pero músicas a altura de los poemas, como lo llevan a evidencia las interpretaciones orquestales o cuando oímos una interpretación en un idioma desconocido.

Georges Brassens quedó, en su vida, “franco-francés” (únicas grabaciones en otro idioma, las tres privadas que hizo sobre traducciones de Pierre Pascal al español; únicos conciertos fuera de la  francofonía en Inglaterra y Roma... y en francés). Es que el modo de expresión que escogió necesita del auditor que acepte entrar. Sea que sus conocimientos del idioma lo permiten, sea que le baste la música de las palabras tal y como es.

No conocer a Georges Brassens es perder un modulo entero de la cultura popular francesa del siglo XX. Además es perder una ocasión de calar hondamente en el patrimonio poético francés, con acompañamiento musical y mucha, mucha ilusión.

la mauvaise réputation

Intégrale 2001 - coffret de 13 CD

Disque 4: Je me suis fait tout petit


.....11. La mala reputación   

12. La pata de Juana   

13. El testamento  .....

Georges Brassens  Intégrale

J'ai rendez-vous avec vous

  L'intégrale "classique" de 1991 en 12 CD

Brassens Intégrale 12 Disque 12
GEORGES BRASSENS CHANTE 
LES CHANsonS DE SA JEUNESSE 

.....28  La mala reputación 29  La pata de Juana  30  El testamento

Paco Ibáñez


Paco Ibáñez canta Brassens

La mala reputación
Canción para un maño

Tengo una cita con usted
Pobre Martín

Juan Lanas

El testamento

Joaquín Carbonell

Introducción al concierto del
7 de abril de 2000 en Zaragoza
con el Tonton Georges Trio

El chulo arrepentido
Tío Gastón

Allá por el Mercado 

      cerca de San Gil
Tío Gaspar

El 20 de septiembre

Eduardo Peralta

"Mi impresión  realmente fue  encontrar Brassens con el humor, la terneza y la irreverencia, casi como si había puesto las letras directamente en español. Además, lo que haces con la guitarra es extraordinario. Es un enriquecimiento musical muy propio, dando al conjunto un color muy simpático" 
Joêl Favreau 
El guitarrista y amigo de Brassens
               
El gorila

Fernanda
La edad no tiene que ver
Margot la pastora

La tormenta

Juana

Miquel Pujadó

Cal parlar català :-)

 

 

 

 

                 

M'he fet molt petit
La mala herba

La marxa nupcial

Res a llençar

Hecatombe

El testament

Fum de pipa i pèl de gat (homenatge a Brassens)

Anje Duhalde

en vasco

Gaixo Mattin

Loretxo bat

Lehenik adiskideak

Jacques Muñoz

Canta en castellano adaptaciones inéditas de Pierre Pascal

La marcha nupcial
El paraguas

 

La guitarra de Georges...

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